El episodio 2×06 de The Last of Us, titulado “The Price”, se desmarca notablemente del videojuego original en varios aspectos importantes. Estas diferencias no son simples cambios superficiales, sino que profundizan en la narrativa, amplían la carga emocional y reconfiguran ciertos momentos clave. Aquí os detallamos las más destacadas:
1. Un Joel más humano: su pasado sale a la luz
En este capítulo, por primera vez conocemos al padre de Joel y se nos da un vistazo a su juventud, algo que el juego nunca muestra. En el videojuego, el pasado de Joel está envuelto en misterio, lo que lo hace más hermético. La serie, en cambio, decide mostrarnos esas raíces emocionales, lo que ayuda a entender mejor por qué es como es y qué tipo de vacío arrastra.
2. Eugene: de nombre mencionado a personaje entrañable
En el juego, Eugene es casi una nota al pie: apenas lo vemos en una fotografía y sabemos poco más. Pero en la serie lo convierten en un personaje con peso, alguien con quien Joel y Ellie tienen un vínculo real. Su muerte duele no solo por lo que representa, sino porque ahora lo conocemos, nos importa. Esto le da al episodio un impacto emocional que en el juego es imposible replicar.
3. Flashbacks con propósito, no solo recuerdos dispersos
La serie reestructura los recuerdos de Ellie sobre Joel. En el juego, estas memorias están repartidas, se desbloquean de forma opcional o sutil. Aquí, en cambio, se concentran en un solo episodio y eso permite que el espectador viva con intensidad la carga emocional, sin interrupciones. Todo gira en torno a lo que perdieron, a lo que pudo ser.
4. La guitarra y el museo: momentos que ya no se pueden pasar por alto
El regalo de la guitarra y la visita al museo son escenas presentes en el videojuego, sí, pero no siempre se viven, porque son opcionales. En la serie, se convierten en piezas centrales. Nos dicen mucho sin necesidad de grandes diálogos: Joel queriendo recuperar la inocencia perdida, Ellie aferrándose a un mundo que ya no existe. Es poesía en medio del horror.
5. La gran verdad y la gran ruptura
La conversación en la que Joel confiesa lo que realmente pasó con las Luciérnagas tiene en la serie una fuerza brutal. En el juego también es importante, pero aquí la escena es más larga, más cruda. Ellie no solo se siente traicionada: se siente robada, despojada de un propósito que le daba sentido a su sufrimiento. Joel intenta justificarse con amor, pero a veces el amor duele más que la verdad.
En resumen, “The Price” no solo adapta el juego: lo expande emocionalmente. Nos permite mirar dentro de los personajes de una forma más íntima, más dolorosa. Y aunque los cambios puedan sorprender a los fans del videojuego, todos tienen un mismo objetivo: contar una historia más profunda, más humana, y hacernos sentir —como espectadores— el peso de cada decisión.